Colocar los cuadros es todo un arte… si queremos que luzcan bien y en armonia con el ambiente debemos seguir algunas reglas que nos ayudarán.
Algunos puntos importantes serian:
Si el salón es pequeño lógicamente queremos darle más amplitud. Para ello, es esencial reducir la cantidad de cuadros. Así mismo, resulta acertado optar por ejemplares grandes que nos den una sensación decorativa en la pared, pero sin recargarla. Otra recomendación importante es decorar la zona del sofá con espejos grandes y marcos amplios, ya que estos dan un aire de holgura.
En el comedor, es aconsejable que los tonos de los marcos vayan acorde a los del color de la mesa y las sillas. De manera que si son blancas, la tonalidad de las molduras debe ser suave.
En una pared grande, es mejor colocar trípticos, cuadros grandes o agrupaciones de cuadros pequeños, pero siempre debe haber coherencia. Es decir, varias escenas relacionadas con el mismo tema: plantas, paisajes, etc.
Recordemos siempre que, cuanto más pequeños sean los cuadros, menor tendrá que ser la distancia entre ellos. Igualmente, cuanto más grandes sean , mayor distancia tendremos que dejar. La razón de esta regla está en la correcta composición del conjunto, es por ello que es muy importante que el ancho de los cuadros no mida más que el espacio que dejamos entre ellos.
Los cuadros en el cuarto de baño son de gran utilidad decorativa. Si colocamos cuadros verticales, uno a cada lado del espejo crearían un efecto perfecto. Si son más pequeños, se deben poner dos o tres a cada lado. Encima del inodoro también podemos colocar cuadros. Los motivos de las pinturas del cuarto de baño deben ser florales o relacionados con el aseo, tales como bañeras, lavabos, etc.
Para los hogares con el techo bajo, es preferible utilizar pinturas alargadas verticalmente. Una buena opción son los trípticos. Es recomendable que sean de un tamaño grande y que ocupen un espacio considerable de la pared.
Fotos via El Mueble, Pottery Barn, Pinterest.