El color blanco crea un equilibrio perfecto porque incluye todas las frecuencias de colores .
Potencia la luz natural y proporciona amplitud. Pero, no debemos olvidar matizar su frialdad con detalles cálidos.
Es perfecto para espacios oscuros, que reciben poca luz natural, así como también a la hora de decorar espacios pequeños.
Generalmente se asocia a la inocencia, la bondad, la pureza, la sencillez, lo sublime y la perfección.
En resumen, si decoras tu casa de blanco conseguirás amplitud, luz y limpieza ya que estos son tres de los efectos de este color. Pero aún hay más: si lo combinas con otros colores, el blanco los potenciará, igual que conseguirá destacar tu pieza más especial porque se convertirá en el fondo perfecto para ella.
¿Puntos débiles? Su posible frialdad. Combátela eligiendo tonos de blanco roto (empolvados, lino, huevo…).
Photos via: El Mueble, Laura Ashley, Birch Lane.